domingo, 25 de octubre de 2009

Amigo que fuiste mío


Sexo desenfrenado. Últimamente los apetitos sexuales que despierta casi siempre su foto en el display del msn ya no me insita tanto. Y es que antes era totalmente diferente, sólo observar su delgada figura con tan sólo una toalla de manos cubriendo por detrás me ponía a mil. Hoy ya no tanto.


Cuando lo conocí a principios de año yo no era nada santo ni el tampoco. Estaba empezando un año más sólo y él apareció como una opción más bien divertida pues desde un principio las frases en doble sentido y los piropos sin fin acercaba más aun momento cumbre que sería más de delirio y placer que de algo más serio. No suelo perder oportunidades así, entonces lo cité en mi casa. Quiso que lo trajera yo, me resistí hasta que el fuego se incrementó y lo traje hacia mi casa. Pasamos y le dije que yo tomaría un baño. No, no paso nada ahí. Aún. Salí cambiado y él continuaba ahí, y en menos de un minuto me tenía en sus labios. Simplemente tomó la iniciativa y me descubrió enteró, a lo que me deje llevar pues era la primera que tomaban la iniciativa y me gustó. Lo tomé de la mano y cambiaron las posturas lo eche en la alfombra y me dirigí hacia su rostro, aunque yo mirándolo desde arriba. Sus besos eran fenomenales y sus caricias también, la noche no comenzaba mientras no fuera mío. Mío hasta que fuimos uno. Era la primera de muchas noches que pasaríamos juntos.


Menciona muchas veces que le gustaría tener algo más serio conmigo, le contestó sinceramente que después de todo, tú y yo sabemos que cuando nos vemos sólo queremos desvestirnos el uno al otro, tal como ha venido pasando. Siempre en mi casa, siempre terminando con una fría despedida. Él se siente un puto y yo no hago nada para cambiarlo. Y no quiero hacer nada porque me gusta esa sensación. ¿Qué yo también lo soy? Ja! No he dicho lo contrario, pero el estar soltero me guía a buscar una salida a mis hormonas revueltas.


Anoche lo volví a encontrar en el msn y de nuevo quería verme para empezar a jugar con aquella persona de la que estaba enamorado, que no soy yo pero es parte de mi, pero le dije que él no tenía ganas hoy (no entiendo porque algunos le ponen un nombre, a mi con mencionarlo como si fuera un ser aparte ya me parece extraño, pero divertido). Mostró todas las imágenes que pudo y me hizo recordar todas las escenas que pasamos, pero no pudo, yo estaba aburrido y no quería. ¿Acaso te aburriste de mí y ahora quieres dejarme como si fuera un puto? Lo admitiste, y acertaste. Me mandaste a la mierda y desapareciste. No ha sido la primera vez que lo haces pero si la primera que te digo como es que te considero. Mi sinceridad puede ser asesina algunas veces y es parte de mi personalidad desde mucho tiempo atrás. Pero en verdad ayer no tenía ganas.


Y por mucho tiempo más, no se cuanto pero espero que sea mucho pues la razón de mi desinterés por tu atractivo cuerpo es la misma que no dije y tal vez nunca diga:… Ni en este blog.

martes, 18 de agosto de 2009

Muy lejos


Hasta ahora no encuentro la explicación de ese viaje. Era una noche aburrida en la oficina, era noche porque mi jefe estaba de vacaciones y me había dejado el kiosco a cargo. Era muy tarde y aún tenía pendientes que hacer pero los tenía que terminar pues el sábado sería un día corto, y no porque sólo trabajo hasta el mediodía, sino porque tenía que viajar a Trujillo.


Él estaba en el msn y yo tratando de continuar la conversa a través de esa pagina web sustituta de msn ya que la mayoría de corporaciones te prohíbe tenerlo instalado. Muchas risas y enojos de siempre pues con él nada han cambiado. Aún sigue siendo el chico del cual alguna vez me ilusione (para variar) y que nunca conocí, a parte del msn y el teléfono. El vive allá y yo acá a 500 Km. de él (distancia que tantas veces se lo repetí ese día). Simplemente me sentía estresado. Ya tenía varios días quedándome hasta tarde y necesitaba un respiro. Solo le dije: espérame el sábado que para allá voy. Se sorprendió y no me creyó pues siempre le había dicho lo mismo y nunca cumplí, en parte porque nunca noté un interés de él en concretar esa visita. Pero esta vez quería ir. Y así quedamos.


El sábado llego y había pasado toda la mañana llamando a cuanta empresa de transportes haya para preguntar por boletos. Todas salían a las 12.30 (una especie de colusión, ni idea) y después de ese horario plan de 9 o 10 pm. No quería ir a Fiori porque me daba miedo no llegar, miedo que seguí teniendo a pesar de ir en la empresa más reconocida del país. Anyway. Regresé a mi casa y tome una siesta toda la tarde, pero al despertar ¡tuve flojera de ir! Me quería retractar (y ojala lo hubiera logrado) pero ya era tarde; entre un rato al msn y lo encontré y lo primero que me preguntó fue a que hora salía. Le dije que a las 10 y eran las 8. Me despedí, me bañé y me fui a la Terminal.


La empresa en la que pensaba ir ya tenía el último bus a medio camino y bueno, de casualidad fui a preguntar a la otra, que se alucina mega vip, pero terminaron rematándome el boleto a pesar que no lo pedí ya que no había gente. Compre el boleto y me fui a Trujillo. El roche con mi vieja es que no me creyó que me estaba yendo con mi mejor amiga, me pidió que le pase el teléfono pero invente una excusa que me creyó a la mitad, no porque me lo dijera sino porque la conozco. En el camino hacia allá no podía dormir, no conciliaba sueño. No se que pasaba. Sólo quiero recordar el monólogo de Ashton Kutcher acerca de las dos mitades. No me acuerdo el nombre de la película, pero si el mensaje de la misma: las mitades como complemento de la otra, no como suplemento.


Al fin llegue y lo esperé en la plaza de armas. Llegué a las 7 y lo esperé hasta las 9, y no fue su culpa, sino que sus padres le restringen muchas cosas, pero a pesar de eso, paso conmigo todo el día. Los detalles turísticos son de omitir (conozcan), lo que no puedo omitir es que cada hora que pasaba me enamoraba más (ilusionaba) de él. Al llegar al mirador de Huanchaco y conversar por toda la tarde, me di cuenta que yo lo quería para mi pero él no me veía para él. El siente por mi sólo amistad y yo debería sentir lo mismo por él, pero por ahora no puedo. A pesar que somos diferentes, podríamos llegar a ser complementos pero hay algo que nos limita más que la distancia: nuestros miedos. Ambos somos personas con profundos miedos y necesitamos de otra que nos brinde esa confianza suficiente para vivir plenamente sabiendo que alguien te ama tanto tú a él. Yo siendo sincero, no puedo ofrecer algo que no tengo. Él también. Fue por eso que sólo somos amigos.


Yo no me quise regresar. El deber me llamaba el lunes y retorné el domingo por la noche. Sólo tuvimos una oscura despedida, pues su papá lo llamo antes que mi bus saliera, y tuvo que regresar rápido. Lo único que conservo de él es su llavero, que intercambiamos a manera de símbolo. El día había pasado lento con él. Me aseguro que hace mucho que no pasada un día tan agradable. Le dije lo mismo y que había valido la pena el viaje para mí. Pero para mi corazón no.


Le prometí regresar en verano. Él iniciará su ciclo en su universidad y se meterá de lleno como siempre lo ha hecho. Yo volveré a Lima la estresante. Lo que no sé aún, es si estoy haciendo bien en alejarlo poco a poco de mi vida con tal de evitarme desilusiones mayores. No sé, de estas cosas no sé.

lunes, 29 de junio de 2009

Activo pero no activista

Este sábado para mi uno como cualquier otro, salvo porque fue el término de una semana súper difícil. El asunto es que a la 1 tome mi bus para irme a la universidad después de la oficina; como siempre me quede dormido apenas encontré un asiento. No desperté hasta que llegue a mi facultad y encontré un afiche acerca de una exposición de Esther Vargas días antes y de la dichosa marcha del orgullo. Al ver la fecha noté que era ese mismo día. Fue impactante para mí ver ese tipo de afiches en San Marcos, y bueno acompañados de clásicas pintas represivas a la comunidad gay. Seguí de frente.


Por más que trataba de pensar en una situación similar, no pude encontrar símil alguno. No es fácil tocar este tipo de temas tratando de ser imparcial, sobretodo cuando trato de no serlo. Pero el tema pasa porque no me siento nada identificado con esta marcha. Jamás la he celebrado o acaso celebraré el día del orgullo gay.


A estas alturas del partido, escandalizados lectores me tildaran de reprimido, y la verdad que no me interesa tanto saberlo pues cada uno es libre de optar por la opción que tiene. Si a ser cauto y no andar publicando mi orientación por todo el centro de Lima le llaman represión, entonces soy reprimido. El asunto pasa porque yo no tengo que sentirme orgullosos de una condición que es natural en mí y de la que no reniego, es parte de mi, tanto como mi humanidad o mi hombría, anatómicamente hablando. Ser gay es chévere, mientras uno no afecte la sensibilidad del resto, que puede pasar por posarse en su frente y gritarle al rojo vivo que uno está orgulloso de serlo. La idea es serlo no parecerlo.


En realidad, me arriesgaría a afirmar que este tipo de actividades solo degeneran más la imagen de un gay ante la sociedad. Imaginen que un chico decide confesar que es gay ante sus padres; de pronto, aparece en la televisión una feria de colores, exageraciones y locas sin fin que expresan su orgullo gay ante miles de personas que consideran que un gay puede terminar siendo así. A pesar que es tonto generalizar, ellos en realidad no representan a la comunidad entera (que en realidad llamarlo comunidad es como aislarlos en una especie de geto).


Entonces porque las marchas tienen que ser así, simbolizando y exagerando la frenética vida que puede tener un gay. Esto es una condición personal, que corresponde a muchos deliberarlo o no. Además, se ve que los asistentes a estas marchas, muchos de ellos, terminan tapándose el rostro ante la aparición de las cámaras. El escándalo no reivindica derechos, sólo los ahoga más. Todos tenemos los mismos derechos, mientras no afectemos la vida del resto. El hecho de ser gay no me obliga a glorificarlo, simplemente lo soy y punto.


Siempre me preguntan porque no voy, y la respuesta es sencilla: no marcho no porque no me sienta orgulloso de ser gay, sino porque esa no es mi naturaleza, soy práctico y casual. No parezco gay pero lo soy, y eso no lo tengo que gritar en las calles. Si ellos me tildan de poco solidario, pues no me preocupa pues al final cada uno defiende sus intereses como más le parezca, sólo de esa manera se crea conciencia, siendo únicos y consecuentes. Me gustan los hombres, no los hombres que quieren ser mujeres.

viernes, 24 de abril de 2009

¿Qué tan gay soy?



Me resisto a abandonar el blog. Me niego. Tal vez sea mi ego o mi manía de publicar mi vida la que me obliga a retener algo que sólo hago cuando tengo algo de sobretiempo (osea una vez al mes). No lo dejaré por una vasta razón: no me da la gana.


A estas alturas del partido me declaro en bancarrota moral, es decir, no siento que me deba a mis lectores habituales, porque no los tengo. Creo más bien que sólo tengo casuales lectores que caen aquí porque algo de bueno debo tener. ¿Qué es eso? Ni idea. Soy un gay que estudia economía (números y análisis), atípico en cierta forma, debido a que la trillada mente limeña cree que un gay sólo puede aspirar a tener estudios relacionados con las letras, el arte o el marketing. Bueno, hay excepciones. Me gustan los chicos, me gustan los gays; lo que no me gustan es la mentalidad que tienen muchos de ellos (¿algunos?) de vivir la vida de hoy, sin ver un mañana.


No soy fashion. Bueno, un poco. Pero no soy metro. No uso las mejores marcas archimegaconocidas de ropa, compró en liquidaciones y mi revista favorita no es Cosmopolitan. Usó John Holden, compro en Plaza vea, leo Dedo Medio y vivo en Los Olivos. Tengo 20 años y parezco que tuviera 30. No soy delgado, al contrario, soy gordo, y no gordito o robusto, simplemente gordo, porque no me gusta ocultar algo que no tiene porque encaletarse. Osea, no tengo la típica contextura delgada. Me enamoró rápido y no me gustan las pasivas locas. Amo que la gente me mire en la calle porque estoy haciendo gestos “raros” al caminar, no me pregunten porque lo hago, porque la única respuesta que daría sería egocéntrica, más que de definirme dentro de un rol.


Preferí ir al concierto de Kiss e iré al de Oasis, y hace meses que no voy al Valetodo. Mis mejores amigos no son gays. Mi mejor amigo si lo es, pero tiene pareja y soy su único amigo. Los conocidos que tengo en el “ambiente” son sólo eso, conocidos. Admito que una vez quise conocer a un blogger, me interesé en otro y ahora me gustaría a uno que me parece lindo, pero algo atormentado. Por ahora no estoy interesado en nadie que para mi, valga la pena. El fin de semana pasado un chico sufrió por algunas cosas feas que le dije; estaba herido y lo hice por venganza a su rechazo. No se que tan cruel suene, pero no me arrepiento de lo que hice (jamás lo hago).


Tengo una gata. Me gusta Rihanna y me vacila “you make my world around”. Me gustaría tener novio (o novia), pero si leyeran esto, ¿ellos querrían?...

jueves, 26 de marzo de 2009

Joven, usted es homosexual

No me olvidé de escribir. Desde que acepte el nuevo puesto que me ofrecieron las cosas han cambiado bastante, siendo parte de eso el hecho que ya no tenga mucho tiempo, ni para buscar novio. Aunque me haya dado mis escapadas haha. Algo que tenía en mente desde semanas atrás es un suceso que marcó una semana terrible de mi vida. Fue el hecho de no poder ayudar a una persona que lo necesitaba y todo por ser como soy.


Semanas atrás, el hermano de mi madrina fue internado en el hospital del seguro por que le diagnosticaron cáncer terminal y tenían que operarlo. Yo no conocía a aquel hombre, pero toda la familia tenía que ir a donar sangre. Las donaciones se aceptan por las mañanas y yo no podía por el trabajo. Entonces quede en ir el sábado. Ese día me levante tarde y logré llegar faltando poco para que terminará el horario de atención. Me registré y esperé a que me llamaran para los análisis respectivos. Antes de eso, ellos te hacen rellenar un cuestionario donde te preguntan de todo, acerca de enfermedades, patologías, costumbres, incluso sobre tu vida sexual, y lo ideal es que uno sea sincero. Yo lo fui excepto por un detalle. No incluí que soy bisexual. Después una enfermera me llamó y me dijo… Para relatar esto me tengo que remitir a hacia un año atrás.


A principios del 2008 una amiga me pidió que donara sangre para un niño familiar suyo. Yo acepte gustoso aunque algo paranoico por el asunto (típico en mí cuando quiero hacerme el interesante). En ese entonces, rellené el mismo cuestionario pero esa vez no recuerdo si fui totalmente sincero sobre mi sexualidad, porque ellos me negaron la posibilidad de donar por haber tenido un malestar estomacal reciente (bycicle). No recuerdo bien lo que puse en esa cuestionario, pero me dije que no volvería a hacerlo porque fácil no estaba apto por alguna razón. Ahora sí volvamos a lo que paso ese sábado.


La enfermera que se me acercó me dijo que en su sistema salió que yo había sido rechazado antes por dos razones, una de las cuales me explico que era porque soy alérgico a las plaquetas o algo así. Osea no podía. Pero dentro de mí sabía que no debía preguntar por la otra razón, era una especie de corazonada. Lo hice y ella me respondió muy suavemente y a la letra: “Joven, usted es homosexual y no puede donar sangre. Nosotros no tenemos nada en contra de usted, pero el reglamento interno prohíbe que usted pueda donar sangre. En otros países es normal pero aquí en el Perú aún esta prohibido”. Yo me quede pasmado. ¡No recordaba haber declarado eso! Y si lo hice, fue la razón por la que me rechazaron aquella vez. Yo solo atiné a poner cara de sorpresa y proseguí a despedirme amablemente y retirarme del complejo ese (ese hospital es enorme).


Salí de esa sala con un sentimiento de culpa enorme y muchas dudas. Mi principal duda era como ello sabían que soy gay, si es que no lo hubiese declarado aquella vez, ¿habrían visto algo mal en mi sangre?¿tendré algo raro?¿seré muy evidente en mi forma de ser? En cualquiera de los casos, previas consultas, ningún caso es una posibilidad. Los exámenes de sangre para saber si puedes ser donante son muy superficiales y en ningún caso pueden detectar enfermedades, solo escasez de hemoglobina o anemias a lo mucho. Mis pruebas de hemoglobina muestran que estoy bien. Por último, no tengo nada de evidente al caminar ni siquiera al hablar, me considero hombre a pesar que me gustan otros hombres.


Lo más probable es que en toda Latinoamérica existan esos prejuicios legales contra los gays, tontos en realidad porque en los países del primer mundo los heterosexuales son mucho más promiscuos que un gay típico latino. Pero bueno eso es tema de locos. Yo tuve que decirle a mi madrina que no podía donar sangre porque soy alérgico a las plaquetas y porque ese día estaba enfermo (cosa cierta porque estuve mal por varios días después). Por ahora sólo quiero olvidar ese tema.


p.D. Este blog no puede ser visto en el navegador Internet Explorer, no sé porque pero trataré de solucionar el problema lo más pronto posible.