Sexo desenfrenado. Últimamente los apetitos sexuales que despierta casi siempre su foto en el display del msn ya no me insita tanto. Y es que antes era totalmente diferente, sólo observar su delgada figura con tan sólo una toalla de manos cubriendo por detrás me ponía a mil. Hoy ya no tanto.
Cuando lo conocí a principios de año yo no era nada santo ni el tampoco. Estaba empezando un año más sólo y él apareció como una opción más bien divertida pues desde un principio las frases en doble sentido y los piropos sin fin acercaba más aun momento cumbre que sería más de delirio y placer que de algo más serio. No suelo perder oportunidades así, entonces lo cité en mi casa. Quiso que lo trajera yo, me resistí hasta que el fuego se incrementó y lo traje hacia mi casa. Pasamos y le dije que yo tomaría un baño. No, no paso nada ahí. Aún. Salí cambiado y él continuaba ahí, y en menos de un minuto me tenía en sus labios. Simplemente tomó la iniciativa y me descubrió enteró, a lo que me deje llevar pues era la primera que tomaban la iniciativa y me gustó. Lo tomé de la mano y cambiaron las posturas lo eche en la alfombra y me dirigí hacia su rostro, aunque yo mirándolo desde arriba. Sus besos eran fenomenales y sus caricias también, la noche no comenzaba mientras no fuera mío. Mío hasta que fuimos uno. Era la primera de muchas noches que pasaríamos juntos.
Menciona muchas veces que le gustaría tener algo más serio conmigo, le contestó sinceramente que después de todo, tú y yo sabemos que cuando nos vemos sólo queremos desvestirnos el uno al otro, tal como ha venido pasando. Siempre en mi casa, siempre terminando con una fría despedida. Él se siente un puto y yo no hago nada para cambiarlo. Y no quiero hacer nada porque me gusta esa sensación. ¿Qué yo también lo soy? Ja! No he dicho lo contrario, pero el estar soltero me guía a buscar una salida a mis hormonas revueltas.
Anoche lo volví a encontrar en el msn y de nuevo quería verme para empezar a jugar con aquella persona de la que estaba enamorado, que no soy yo pero es parte de mi, pero le dije que él no tenía ganas hoy (no entiendo porque algunos le ponen un nombre, a mi con mencionarlo como si fuera un ser aparte ya me parece extraño, pero divertido). Mostró todas las imágenes que pudo y me hizo recordar todas las escenas que pasamos, pero no pudo, yo estaba aburrido y no quería. ¿Acaso te aburriste de mí y ahora quieres dejarme como si fuera un puto? Lo admitiste, y acertaste. Me mandaste a la mierda y desapareciste. No ha sido la primera vez que lo haces pero si la primera que te digo como es que te considero. Mi sinceridad puede ser asesina algunas veces y es parte de mi personalidad desde mucho tiempo atrás. Pero en verdad ayer no tenía ganas.
Y por mucho tiempo más, no se cuanto pero espero que sea mucho pues la razón de mi desinterés por tu atractivo cuerpo es la misma que no dije y tal vez nunca diga:… Ni en este blog.