El enamorado de ninguno. Bien dicen que cuando uno nunca esta solo. Siempre que los amores se acaben, y comienzan las agonías sentimentales, habrá un compañero fiel que equilibre y comparte contigo los momentos de tristeza que siguen a cualquier. Eso es cierto y no hay forma de dudarlo. Cuando termine con mi pareja recientemente, fue una suerte de sentimientos encontrados para mí, porque yo quería terminar con él y así paso. A pesar que no “sufrí” demasiado, muchos de mis amigos estuvieron allí para, aunque sea, preguntarme que paso. Pero no siempre es así.
De aquel episodio ya han pasado muchos meses. Estuve sólo con él por un mes después de más de tres años de haber estado sólo. Ahora, solo, puedo volver a sentir lo que antes me disgustaba mucho de no tener pareja. Si bien es cierto que no tengo un grupo homogéneo de amigos gay, osea, que no todos se conocen entre sí. Conozco uno por aquí, otro por allá, y cuando salgo con ellos, casi siempre es de a dos o tres. Ellos, al parecer, tienen una mejor suerte que yo en los asuntos del amor (mucha mejor suerte). Difícilmente están solteros y siempre tienen alguien que al que puedan llamar “mi amor” y siempre contarme las peripecias y aventuras que pasan con ellos. A todo esto, a mi no me incomoda que ellos tengan pareja, no soy celoso de mis amigos y siempre me pongo a un costado con tal que ellos sean felices. Es ahí donde comienzan mis problemas. Yo siempre estoy cuando están en problemas pero nunca cuando ellos estan bien.
Ryan es mi mejor amigo gay desde principios del año pasado. El problema con él, es que, por el problema que pasó entre nosotros, todas sus parejas siempre han tenido celos de mí. Debo sumarle a eso que soy una persona bastante extrovertida, social y algo (bastante) jodido con mis amigos. Para mi la amistad tiene un especial sentido pues es mi tabla de salvación ante cualquier peligro de soledad inminente. A pesar que somos autoproclamados mejores amigos, sólo se de él cuando tiene problemas. Su pareja es una persona que no conozco. Sólo se de él por medio de lo que me cuenta Ryan. Y por lo que me cuenta, siempre hay problemas. Su relación es bastante absorvente y pues cada vez que le digo para salir al cine, a la disco, a webear siempre me sale con una negativa pues prefiere mil veces verse con su pareja que conmigo. Yo lo entiendo y no me quejo, él sabe que siempre estaré ahí para lo que necesite, pero bueno, tampoco soy de palo. Yo también lo necesito, lo extraño como amigo. En este año, sólo nos hemos visto dos veces, en mi cumpleaños y en el suyo. Lo conozco y se que el me considera el mejor de sus amigos, sólo que tiene una forma particular de ver la amistad. Para él los amigos van después que un enamorado. Tal vez es así.
JJ es un caso diferente. Él no vive en Lima, es de Trujillo. JJ es lo que llamaría la pareja perfecta, pero para mi mala suerte, está a más de
Yo también he tenido momentos difíciles en todo este tiempo. Y si, ambos me acompañan como pueden, a su manera. Pero también he tenido momento de felicidad, grandes motivos en los cuales quería que por lo menos Ryan (JJ no, obviamente) se acordase de este chico y saliéramos a cualquier lado como un par de buenos amigos, que se supone que somos. Yo se que primero son las parejas, pero ellas van y vienen y los amigos son para toda la vida! O no? A pesar que estos casos son sumamente remotos y difícilmente ideales para generalizar, en mi caso, son lo que mejor describe a todo mi círculo de amigos. Los demás también son muy amigos míos, pero cuando tienen parejas, sucede lo mismo.
1 comments:
Es verdad cuando tus amigos tienen pareja los ves menos, aunque mis amigos salen con personas igual los veo, es más yo tiempo para novio no tengo, pero mis amigos literalmente son mis novios porque con ellos vamos de arriba pa abajo, casi siempre y soy yo kien no tiene mucho tiempo y el poco tiempo se lo llevan ellos.
Ironias de la vida.
Mathías.
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