domingo, 1 de marzo de 2009

Discreto y continuo

Desde que tengo uso de razón, es decir, recientemente, he empezado a mirar el mundo desde un ángulo muy diferente al que lo podía mirar antes. Es probable que, usando términos económicos (es imposible no referirme alguna vez a términos así pues estudio esa carrera y es intrínseco a mi personalidad), yo haya vivido antes en términos discretos y, ahora, lo haga en términos continuos. Una vida en tiempo discreto se refiere a que cada etapa de mi vida se presento como una especie de secciones, fácilmente diferenciables y que significaron mucho para mí pues los problemas que conllevaron al fin de cada una de estas etapas tuvieron solución posible: el olvido. Mi vida en tiempo discreto fue más fácil.


Mi vida se clasifica en mi infancia feliz, mi niñez atolondrada, mi adolescencia solitaria y mi juventud gay. Cada parte de mi vida, hasta meses atrás, podía definir un estilo de vida diferente con una actitud diferente. Debo admitir que tuve una infancia muy chevere, pues mis padres estuvieron juntos y tenía todo cuanto podía, a pesar que éramos una familia pobre. Mi niñez tuvo una especie de gusto por lo anecdótico e intrépido, casi siempre me escapaba de mi casa con el fin de conocer la ciudad por mi mismo. Tomar el primer bus que viera y que me lleve hasta su último paradero para después volver caminando e ir conociendo lugares en aquella Lima tan encantadoramente grande era toda una locura, sobretodo cuando descubrí mi fascinación por las construcciones. Como es lógico, aparecí demasiadas veces en los canales de televisión como niño extraviado, y en todas las veces siempre aparecía en mi casa como a la medianoche y con mis padres hecho un mar de desesperación. Probablemente lo hacía para llamar la atención ante los problemas de mis viejos, pero ese no es tema del post.


Al llegar a la adolescencia, cambie de colegio. Empecé a subir de peso y convertirme en un nerd. Pues si, en toda la secundaria fui el mejor alumno de la clase, engreído de la directora y profesores, incluido el de deportes, que nunca osó jalarme. No es una etapa del cual este orgulloso de mencionar, pues era retraído, algo tonto y altanero con muchas personas. Tenía un círculo cerrado de amigos (los cuales mantengo hasta ahora, y son de mis mejores amigos) y no salía mucho a fiestas, menos a la calle. Fue mi etapa de “oscurantismo”, etapa de la cual no me arrepiento pues tal vez no tendría todo lo que tengo ahora, pero si creo que aún estoy a tiempo de recuperar, y lo estoy haciendo.


Al entrar a la universidad todo cambio. Comencé con un nuevo círculo de amigos totalmente heterogéneo y me abrí más al mundo, y este entró con total confianza pues lo quería hacer mucho tiempo atrás y yo no lo dejaba. En la universidad empiezo a dejar de lado mis etapas, olvidándome de mi vida en tiempo discreto y comenzando a vivir una vida en tiempo continuo. Es probable que suene tonto dividir mi vida en estos dos tiempos, que fácil solo sea entendible para aquellos que hayan llevado cálculo diferencial (matemáticas), pero en realidad es una forma de demostrar que aquella ciencia está más pegada a la realidad que cualquier otra (sorry por la apología a las ciencias “exactas”). En la universidad tuve mi primera enamorada, me acosté con un hombre por primera vez y dejé de ser el nerd de la secundaria para ser ahora un raro individuo, un hincha caleta*.


¿Por qué es una etapa continua y no discreta? Son tantos sucesos que pasaron, imposibles de cortarlos por etapas y que probablemente sean difíciles de solucionar. Es más rápido y complicado de creer que alguien que haya tenido y amado a una mujer, sea capaz de sentir lo mismo por un hombre a los pocos meses. ¿Cómo separar el tiempo entre pasar de la introversión a la extroversión si ni siquiera yo me he dado cuenta de cómo paso? A veces creo que fue por presión, pero pensar que ya no tengo límites, y que puedo hacerlo todo (“I want it all”) y que ahora soy una persona capaz de amar sin límites ni complicaciones, me lleva a pensar que no todo está perdido. Tal vez busque novio, pero no cualquier novio. Tal vez ya no divida mi vida en etapas, sino lo tome como un proceso indivisible, que me ayude a ser más organizado y que ahora utilice formas más desarrolladas de solucionar mis problemas (el perdón). Pero de lo que estoy seguro es que un proceso continuo rara vez admite caer en un mismo error, y eso si que lo cumpliré.


*Hincha caleta: típico alumno que tiene pinta de vago y despreocupado, pero que tiene muy buenas notas.



6 comments:

Maxtian dijo...

Me resulto difícil tratar de entender lo que decias...(Yo no he llevdao cálculo y, quiza, nunca lo haga)

...

Acabo de leer por enesima vez y me resulta tranca. Jajajaja ¡Qué horror!

hpereyraf dijo...

Pues es gracioso q dividas tu vida en tantas etapas cuando aun eres tan joven ... son muchas las cosas q vivimos antes de estar contentos con nosotros mismos ... lo q noto es q la etiqueta d "bisexual" se te ha caido casi x completo ... vamos baby era obvio a quien mas ibas a engañar ... ser bi no es ser menos gay ... no estan socialmente mas aceptado, en pocas palabras no te hace mas hombre.

Damian dijo...

osea por lo general yo creo q los bi, son heteros q nos les importa estar con patas cuando estan con ganas, pero q por lo gral. estan con chicas, por eso los bi con los q he estado siempre son para mi imposibles, y a los q debo estar solo por estar, dejando los sentimientos a un lado.
damian

Mau dijo...

buen cambio de imágen.
Perdoname que no lo hago ahora x la hora, pero me daré tiempo para bloggear y estarás incluído, x lo pronto los títulos suenan interesantes,
saludotes
Mau.

Anónimo dijo...

Pues creo que no se necesita ser viejo para dividir tu vida yo tengo 26 años y tambien podria dividir mi vida en fin como puedo ser seguidor de tu blog, ya que me intereso mucho el tuyo

Anónimo dijo...

algo q yo creo, es que los bisexuales son muchos más inteligentes, el eslabón al final de la cadena, por encima de los homosexuales, la mayoría de los gays piensa en sexo y desarrolla su vida alrededor de ello, y en cada decepción se frustran, deprimen y se desarrolla el sentimiento del vacío, tal vez el hecho de poder de amar a ambos sexos por igual haga tu vida más complicada